El turismo charlas populares de moda
No es un secreto y no hay duda de que cualquier persona que encuentre Ud. en las calles y le pida que le diga su opinión sobre el turismo, se explayará durante media hora con sus salvadoras ideas y aire de profesional. Quizás su experiencia fue solamente viajar una vez al santuario de la Virgen de Copacabana, pero parece que descubrió todos los secretos de este sector.
En el sector privado cualquier agencia boletera se considera también de turismo, por lo que vende como programas en el exterior exportando dólares y hasta los buses de servicio público utilizan esta palabra para adquirir más prestigio. En el sector oficial los discursitos sobre turismo aunque no explique nada, son un motivo para estar de moda y ser admirado como el nuevo descubridor de la pólvora.
En cualquier parte en cada esquina y especialmente en los cafecitos donde se arregla cada día la situación internacional, esta palabra mágica de “Torismo” está en las puntas de las lenguas y nadie quedará sin dar sus salvadoras opiniones. Aparecieron expertos u operadores de turismo locales que se auto nombran con este distintivo por trabajar en alguna empresa de de un operador local o simplemente por haber actuado de guía internacional para un T.O. a recomendación de su empresa.
Entre las equivocaciones mayúsculas y que se repiten todos los días entre los neófitos, se considera al turismo como “la industria sin chimenea”, adoptando una idea de España que trató de ayudar al turismo receptivo con las ventajas acordadas a la industria. En principio no fabricamos nada y somos un sector de servicios, pero estamos entre la tres más importantes del mundo.
En realidad por el interés que adquirió el turismo en el vocabulario internacional y como sector básico del desarrollo y el conocimiento entre los pueblos, es también promotor de la Paz y sin duda del entendimiento entre las naciones democráticas. Este fenómeno del siglo como fue titulado hace unos años también desarrolla el orgullo nacional, pero de la misma manera debería asegurar el respeto hacia los turistas y la atención oficial que se merecen.
Darius Morgan